¿Cuál es el origen de los coros de la Barceloneta?

Muchas son las teorías de los orígenes de los Coros de la Barceloneta: que vienen de las Caramelles, que fue Anselm Clavè quien los fundó.....pero qué hay de verdad en todo esto?

La fiesta de Les Caramelles


Es la celebración de la resurrección de Jesús en el cielo. Es una fiesta con origen rural. Las Caramelles son unas canciones populares interpretadas por jóvenes el Sábado Santo o Domingo de Gloria y alargaban la fiesta hasta el Lunes de Resurrección. La primera existencia la encontramos en el siglo XVI en las zonas rurales de Cataluña.

Los grupos de jóvenes iban de casa a casa, cantando y llevando una larga pértiga que tiene en lo alto una cesta para recoger los obsequios. Normalmente huevos, butifarras y otros productos de carne de cerdo o más raramente dinero, para después realizar una comida colectiva.

Esta tradición rural será traída por los campesinos a las ciudades cuando fueron a trabajar a las fábricas, cogiendo un tono satírico y político. El dato más antiguo que nos es conocido de Les Caramelles en Barcelona corresponde al año 1766, pero parece que las primeras “colles” no se organizaron hasta mediados del siglo XIX y no se generalizaron hasta 1880.


Los encuentros

Una de las costumbres preferidas de los barceloneses, del siglo XIX y XX, los días de fiesta, era realizar salidas llamadas romerías o fontadas los días de fiesta seguidos, como en la Pascua.

Eran excursiones donde se celebraba un acto religioso en el santuario, con el consecuente almuerzo, baile campesino, entre otros divertimentos. La gente trabajadora se reunía en grupos de familiares, vecinos o compañeros de trabajo. Alquilaban fogones y vasijas de cocina para cocerse la menestra que llevaban o bien se cocían el arroz y asaban la carne a la brasa o a la piedra. Hacían mucha juerga y al atardecer volvían a casa. La mayoría iban a pie. Los grupos de caramellaires también salían a hacer una fontada, resultado del producto de los víveres y del dinero que habían recogido cantando. Iban formados en dos hileras, en frente, los más altos y bien plantados. Llevaban al cuello, a modo de escopeta utensilios de cocina, de madera, de tamaño gigante: cucharas, tenedores, cuchillos, con mortero, parrillas y otras vasijas similares símbolos del arte culinario. Marcaban el paso al ritmo musical.


La festividad de San Muç o Mus

El día de Pascua Granada se celebraba el encuentro en la ermita de Sant Muç , patrón de los chatos, situada en el término municipal de Rubí. Había varias sociedades o grupos. Algunas llegaron a contar con más de 600 miembros. Llevaban un uniforme especial, consistente en sombrero de paja o de fieltro blando, según los grupos, blusa de colorines, pantalón de algodón, de tono claro, pantalones y alpargatas de vetas (cintas). Los más altos, que eran nombrados gastadores, iban delante y llevaban gigantescas cucharas, tenedores, parrillas, etc., de madera.

Caminaban toda la noche, y se dirigían a Rubí, por la madrugada. Llevaban instrumentos populares y rústicos, con los que tocaban una suerte de marcha popular. Pasaban ambos días saltando, bailando, jugando y cantando. Volvían a la ciudad la tarde del Lunes. Las esposas y niños los iban a recibir.

Más adelante apareció la nombrada Colla de l’Ancora, en la Barceloneta. Siguió la Colla del Lliri del barrio del Mercado de Santa Caterina. Se llamaba así quizás por estar ubicados en la calle de Flor de Lirio.


Los Coros de Clavé

Josep Anselm Clavé (Barcelona 1824-1874) es una figura primordial de la historia de Cataluña como político, compositor y escritor catalán. En pleno proceso de industrialización, promovió el asociacionismo entre las clases populares. La cultura que promovían los Cors de Clavé, en origen, era marcadamente popular y arraigada al territorio, lo que potenció la vinculación de las clases populares con el republicanismo y el catalanismo. En cuanto al contexto social, lo situamos en la Barcelona de mediados del s. XIX, la ciudad más industrializada del Estado.

Hijo de una familia del barrio de la Ribera. Su padre tenía un negocio familiar de carpintería. A los seis años perdió la visión de un ojo a causa de una infección, lo que contribuyó a que dejase la escuela. Influido por la sensibilidad y gusto para las artes de su madre, se dedicó, de forma autodidáctica, a estudiar música y poesía. Pronto empezó a alquilarse en distintos cafés de Barcelona como guitarrista. Esto le introdujo en el mundo de los obreros que pasaban los ratos de ocio en las tabernas o bares, cantando canciones populares.

Desde muy joven mostró una filiación política de izquierdas y republicana, y se relacionó con personajes como Narcís Monturiol y Abdó Terrades . Todos ellos colaboraron en la creación del primer diario comunista en Cataluña. Entre 1840 y 1843, participó de forma activa en las revueltas urbanas que hubo en Barcelona, por lo que fue arrestado y encarcelado en la fortaleza militar de la Ciutadella .

Cuando volvió a su actividad como músico por los cafés de Barcelona se dio cuenta de la aceptación y éxito entre el público de sus composiciones. Él propuso un género de canciones más refinadas que las que estaban de moda en estos ambientes y las presentó como alternativa.

El contacto con el mundo obrero y sus necesidades harán que Clavé vea la posibilidad de hacer llegar la música, la cultura, el sentimiento nacionalista y la conciencia de clase a través de la formación de Corales. Podemos considerar que el asociacionismo de Clavé era toda una revolución social y cultural frente a una situación extrema de desamparo de las clases populares.

Fue ganando popularidad y en 1845 fue llamado para formar y dirigir una modesta sociedad orquestrina que se llamaría La Aurora, integrada por una veintena de hombres que hacían sonar instrumentos populares muy diversos (guitarras, bandurrias, triángulos, panderetas, etc ). Este tipo de formaciones, como fábulas o estudiantinas, fueron proliferando entre 1845 y 1849 en Barcelona.
De La Aurora, Clavé creó una sociedad coral, La Fraternidad, que sería la primera en el Estado Español, el 2 de Febrero de 1850. Siguiendo el ejemplo de la Fraternidad pronto empezaron a formarse, en Barcelona, y en las poblaciones vecinas, grupos corales similares.

Tras su encarcelamiento, en 1857, cuando Clavé fue liberado, la sociedad pasó a llamarse Sociedad Coral Euterpe, celebrándose los actos en los jardines de Euterpe, uno de los parques que se abrieron en las cercanías del Paseo de Gracia y que desaparecieron en 1861. En 1863 el asociacionismo coral, capitaneado por Clavé, contaba con cerca de ochenta sociedades y casi tres mil cantores -«en su totalidad obreros »- en toda Cataluña.

Entre los años 1860 y 864 la federación de Coros de Euterpe tomaron un gran eco, y agruparon a miles de cantores y cientos de músicos venidos de todas partes. Se hacían desfiles por las principales arterias de la ciudad, con elementos distintivos por las corales (uniformes, estandartes, etc.) y se convocaban en las cantadas que se ofrecían en la plaza de toros de la Barceloneta (Toril) y en los Campos Elíseos.

Después del año 1880 cada año salían un número incalculable de grupos que invadían la ciudad con la alegría de sus cantos. Evolucionaron un cantos de caramelles y muchos visitaban cafés, teatrillos y sociedades de barriada. Esto hizo que condujeran las canciones a un terreno de crítica y de sátira, no siempre, ciertamente, de buen gusto. Algunos grupos abandonaron la barretina, que había caracterizado a los primeros caramelleros ciudadanos, por adoptar un tipo de gorro de forma o de color propio y especial que los distinguía de los cantores de otros grupos. La gorra distintiva era cambiada cada año. Iban por la calle formando dos hileras en fila india, presididos por la farola, detrás de la cual iban los que sonaban. Seguían en último término quien llevaba la cesta y el carro. Al andar marcaban un paso especial.

 

El resultado de diferentes tradiciones

Con toda esta información podemos llegar a la conclusión de que los Coros de la Barceloneta vienen de diferentes tradiciones. En principio, la fiesta es muy parecida a la que hacían por la fiesta del encuentro de Sant Muç. La forma de bailar siguiendo un paso, los utensilios y la vestimenta así o demuestra.

Hasta hace muy poco, la tradición de los Coros de la Barceloneta, era cantar, haciendo actos corales. En las sedes de cada grupo, los hombres iban a enseñar una o dos veces por semana, aprendiendo solfeo, música y canciones populares. Cuando se marchaban, los días de Pascua Granada, normalmente actuaban en las poblaciones a las que iban. A la vuelta, llevaban colgado comida, beso, gallinas y varios productos alimenticios.

El grupo más antiguo es La Perla, en 1863. En la década de 1950, la Agrupación Els Barretaires (1932) todavía editaba pequeños folletos con las letras de sus canciones humorísticas. Varias pandillas antiguas, como L’Òstia o La Virolla, han ido desaparecido a lo largo de los años, pero también se han constituido nuevas.

Durante la Guerra Civil no hubo Coros y todo era clandestino, con detenciones incluidas, hasta 1951 que se reactiva con El Ganxo que fue el primer Coro que se atrevió a salir. Las canciones eran en tono satírico musicadas con pasodoble . Letras compuestas por personajes como Pincho o Julio Acosta.

Los años 90 se inician con importantes novedades. Se incorpora como ritmo musical la batucada y aparecen los primeros coros de mujeres. El primero La Sirena en 1990.

Los Coros es una tradición propia que se prepara durante el año y se disfruta con devoción. Los asistentes ajenos deben mantener el respeto a las agrupaciones y mantenerse como meros espectadores evitando conflictos o interferencias. Desfilan sólo los participantes acreditados. 

La cita es motivo de encuentro para los participantes. 3 días para volver a hablar y ver a amigos con los que a veces sólo coincides en los Coros.

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