David Martín Lozano

Entrenador de la Selección española de Waterpolo

Ya había escrito la introducción cuando le pregunté a Felipe Perrone que nos definiera a David. Perrone es el capitán de la selección española, más de veinte años en la élite y considerado uno de los mejores waterpolistas del mundo. Ha sido compañero, ahora pupilo y, desde siempre, uno de los mejores amigos de David. Cuando leí su respuesta, lo primero que hice fue borrar lo que había escrito; la introducción era la de Felipe: “David es lealtad. Es leal a los amigos, a la familia y al equipo. Esto nos da seguridad y confianza a quienes compartimos la vida con él”.

Tu primera experiencia con una piscina con apenas un añito no fue muy satisfactoria.

En el apartamento de veraneo, la primera vez que fuimos me lancé a la piscina de cabeza sin saber nadar y mi padre tuvo que correr a sacarme. Me hice famoso por mis caídas en la piscina y los vecinos ya decían “este niño acabará siendo nadador”.

Superado ese susto, tu destino era seguir a tus hermanos a nadar.

Tanto Chus como Belén destacaban a la natación en una escuela que tenía un convenio con el CN Barceloneta y los becaron. Y yo iba detrás de hacer cursillos. Aquellos años en la piscina del Paseo Marítimo fueron los mejores años de mi vida. Lo que vivíamos en este club pequeñito con los amigos del barrio es inolvidable. Por a un niño como yo, la piscina era un mundo de libertad total.

Muchas vivencias.

Y muchos aprendizajes, muchos amigos y referentes. Entre los que me gustaría destacar: el Monso (Vicenç Monsonís). Él nos marcó a toda una generación y por supuesto a mis hermanos ya mí. Pienso que es una leyenda y muchas de las cosas que se han conseguido en el waterpolo y en el club Barceloneta las debemos a él. Tampoco quiero olvidar a Dani Bonet que siendo yo pequeño me inculcó que si quería conseguir algo debía ser muy constante.

Has sido un “one club man”.

Mi crecimiento fue en paralelo al crecimiento del club. Empecé a entrenar con el primer equipo cuando todavía estábamos en la piscina antigua. Luego vino la fusión con el Atlético, se cambió de instalación y el club empezó a apostar por el waterpolo, invertir en el primer equipo. Entonces tuve la suerte de compartir vestuario con auténticas leyendas como Chava Gómez, Dejan Savic, Petar Trbojevic o Manel Estiarte, lo que me permitió crecer como jugador. Nunca he sentido la necesidad de irme. He sido un privilegiado poder hacer toda mi carrera en mi club.

Y llega la selección. Al principio con el papel más ingrato posible: último descarte antes de los campeonatos. Esto o hunde o refuerza. Claro cómo te afectó a ti.

Soy de digamos una generación complicada ya que teníamos el referente inmediato de la generación de oro del 92 y 96, campeones olímpicos y del mundo, con los que tuve la suerte de empezar a entrenar en el año 2000. Ciertamente entrar en esta selección era muy complicado. Y sí, desgraciadamente en el mundial de 2003 y también en Atenas 2004 fui el último descarte de Joan Jané.

Pues Jané nos ha hablado muy bien de ti.

A Juan no le reprocho nada, al contrario. Ahora ocupo su posición y creo que en aquellos momentos la decisión era la que había que tomar. Quedé por hacer un café y así le dije.

Y llega Rafa Aguilar.

Clave en mi carrera. Confió en mí y en 2005 ya entro en la selección y tengo la suerte de jugar 2 Juegos Olímpicos y ganar medallas en mundiales y en europeos.

Ni el más alto, ni el más fuerte, pero un líder en el vestuario.

No sé si un líder. Puede parecer un handicap no destacar por tu físico en un deporte como el nuestro, pero en lo que sí destacaba era por mi esfuerzo. Tampoco era un jugador mega talentoso , pero si era un jugador que trabajaba mucho.

Pues alguien que te conoce muy bien nos sopla que “como jugador ya adivinabas que iba a ser un gran entrenador. De hecho, ha sido más entrenador siendo jugador que alguno de los que eran entrenadores en aquella época”.

Cuando me preguntan cuándo decidí ser entrenador siempre digo que 3 o 4 años antes de finalizar mi carrera como jugador. Yo ya pensaba como entrenador y eso les compañeros lo ven.

Llega la retirada.

Con la mejor despedida que podría haber soñado: la medalla de bronce en Belgrado 2013. La primera medalla europea del club y contra el Partizan en su piscina.

Y otra vez aparece Rafa Aguilar.

Sorprendentemente me llama para ser su segundo en la selección absoluta para el mundial de 2013.

Termina este mundial y entras de segundo en el club con el mejor primer entrenador que podías imaginar: tu hermano Chus. Dos años en los que el club gana por primera vez la Copa y la Supercopa de Europa.

 Estos dos años son para mí inolvidables. Ganar la Champions el primer año que estás en el banquillo, con el club de tu vida y con tu hermano. ¡Esto no tiene precio! Ganamos los 5 títulos que existen. Algo histórico.

Coordinador y director técnico de la Federació Catalana.

En 2015 siento que quiero probar otras cosas y me llega la oportunidad de Fede a través de Enric Beltran. Un trabajo más de gestión con el objetivo de hacer crecer el waterpolo catalán.

Hasta que en 2017 la Federació te ofrece dirigir la Selección absoluta.

Al principio fue impactante la oferta sin embargo hay trenes que sólo pasan una vez y es necesario agarrarlos.

Después de un estreno discreto (9º en el Mundial 2017) empieza a tomar ritmo la Selección de Martín.

Fue la peor clasificación de la historia de la Selección. Fue duro, pero yo era un novato y cometí muchos errores. Pero de los errores se aprende ya partir del 2018 empezamos a crear un equipo de verdad.

Felipe Perrone, Fran Fernández, Albert Espanyol, Marc Minguell, Dani López-Pinedo… De compañero pasas a convertirte en su entrenador.

Cambian un poco los papeles y la distancia, pero sin ellos habría sido imposible. Para mí son los artífices verdaderos de lo creado y perdura todavía en esta selección. Ellos me ayudaron a manejar el vestuario. Felipe, Fran y Dani han sido mis tres mosqueteros.

Es necesario perder finales para saber ganarlas.

De eso entiendo. Pasamos de este 9º lugar mencionado en jugar el europeo en casa con mucha presión, pero el equipo dio un salto de calidad impresionante y ente plantamos en la final que fuimos perder contra la gran Serbia, en la tanda de penaltis. Hacía 2 años que no perdían ningún partido. En 2019, perdemos la final contra Italia merecidamente. En 2020 perdimos el campeonato de Europa con Hungría en su casa, también en los penales…

Llevamos tres.

Y en la última Olimpiada perdemos en semis contra Serbia, ahora pienso que inmerecidamente. Por mí, como otra final. Hasta que por fin ganemos la final del Mundial 2022. Pienso que haber perdido finales antes, ayudó y también hace que los valores se valoren más, pues sabes lo difícil que es.

Tuteando con países que nos multiplican en número de licencias.

Así es. Competir contra estos países es muy difícil, pero todavía lo es más hacerlo durante muchos años seguidos, por encima de un resultado puntual. El verdadero mérito es estar en todas las semifinales mínimo de los grandes campeonatos de los últimos 5 años.

Éxitos de la selección masculina y de la selección femenina.

El femenino está haciendo algo brutal. Se valorará en su justa medida con el tiempo, ya que hace 10 años que ganan medallas. Los clubs lo están haciendo muy bien y cada vez hay más jugadoras. Yo las auguro muchos logros.

Ahora toca el Oro Olímpico.

¡Poniendo presión je, je! Por el Oro Olímpico siempre hemos ido. Es nuestro sueño. A ese equipo solo le falta una medalla olímpica. Mejor si es oro, por supuesto. Estamos en disposición de conseguirlo y haremos todo lo posible. El premio que venga, bienvenido será porque el mejor premio es darlo todo. Y ese seguro que nos lo traemos.

CHUS Y DAVID

No existe en nuestro deporte de élite un precedente como el de los hermanos Martín. Campeones dirigiendo su club y David, además, dirigiendo a la selección. Pero el gran éxito de estos dos hermanos lo percibes cuando hablas con Chus de David o con David de Chus. Admiración, cariño y, por parte de Jesús “Chus”, cero rencores de aquel mocoso travieso que le robaba a escondidas la moto.

Jesús, defínenos a David como entrenador.

David es un estudioso del waterpolo. Técnica y tácticamente es un avanzado. Pero por encima de todo destacaría su gestión del grupo y saber sacar lo mejor de cada jugador. Se nota que va estudiar psicología.

¿Qué crees que ha aprendido de su hermano mayor?

Siempre he procurado transmitirlo le lo que nos inculcaron a nosotros en casa: humildad, el sentido del trabajo, del esfuerzo, que procure llevarse bien con todo el mundo y tranquilidad, que dicen que es algo que me sobra.

¿Qué le preguntarías?

Le preguntaría cuál ha sido el momento más emotivo.

Pues la respuesta de David ha sido la misma que la de Chus.

Pasamos un año muy malo cuando estábamos juntos de entrenadores. Fue la enfermedad de nuestro padre. Cuando ya sabíamos que iba a morir, teníamos un compromiso con el equipo (la eliminatoria de Champions en Dubrovnik). Decidimos ir, porque sabíamos que él así lo hubiera querido. Se va ganar en una piscina que pocos clubes habían ganado. El equipo lo sabía y fue muy emotivo. Todo justo un mes después de morir, nos proclamamos Campeones de Europa. Esto nos marcará para siempre. Yo no creo mucho en estas cosas, pero siempre decimos que él desde arriba estaba ayudando a conseguir el nuestro sueño.

Y tú David, ¿qué le dirías a Chus?

Le diría que gracias. Gracias por todo. Cuando hablo a mis hijos siempre les digo «valorar a su hermano, porque nunca tendrá alguien así». Mi hermano ha sido mi referente, mi amigo, mi todo a nivel personal. Nos llevamos 6 años y siempre me ha protegido. Para mí mi hermano es la hostia y por suerte, lo tengo cerca. Siempre está ahí.

Si Chus es especial, tu hermana Belén no se queda corta.

Belén es un ejemplo de mujer empoderada, valiente y trabajadora. Profesionalmente es una caña, pero aún lo es más como persona. Como hermano pequeño, con estos dos cracks mi suerte ha sido doble.

Para mujer que merece especial mención la que ponía el despertador todos los días para hacerles el desayuno y llevaros a entrenar a las 6 de la mañana.

Hemos tenido la suerte de tener dos maravillosos padres. Mi padre nos inculcó el respeto en el trabajo, la constancia y la honestidad. Nuestra madre nos va demostrar que una madre está dispuesta a hacer de todo por sus hijos. Cada día nos obligaba a levantarse nos para entrenar. Ella siempre nos acompañaba a todas partes. Lo que somos los tres hermanos es gracias a ellos.

Si se pierde, a este merengue lo busca en Galicia.

Soy del Real Madrid “por parte paterna”. La familia de mi madre era tan culé que mi abuelo no quería conocer lo prometido de mi madre cuando se enteró de que era del Madrid.

Y gallego por parte de mujer.

Mónica ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Nos fuimos conocer en la carrera de Psicología. Hemos construido un proyecto de vida juntos. Tenemos 2 hijos. Procede de la comarca de Verín (Ourense) y yo soy un enamorado de Galicia.

Tus gemelos, Yago y Enzo, también son waterpolistas. ¿Qué crees que me diría su entrenador del “padre de los Martín”?

Con ellos intento ser buen padre. Cero presión. No deben demostrar nada porque son hijos de quienes son. Yo quiero que hagan waterpolo porque creo que es un deporte maravilloso, saludable. Quiero que entiendan qué es el equipo, el respeto, la constancia de ir a entrenar todos los días. Que disfruten de unos años que serán maravillosos, sin más.

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