70 años en la Barceloneta

“Del Somorrostro a la playa, ya su estrella se apagó. Se derrumbó su muralla, como la de Jericó… Carmen, Carmen, Carmen… ¡Carmen! ... Carmen gitana nacida de un sarmiento y de un coral...”

De esta manera en 1963 se despedía a la cantaora Carmen Amaya, nacida en el Somorrostro… sin saberlo, toda una premonición de un cambio de etapa en el que se estaba sumergiendo el barrio de la Barceloneta, marcada en 1966 por el traslado de los habitantes del Somorrostro y en 1992 por toda la reordenación ligada a los Juegos Olímpicos.

La Barceloneta, y en especial la playa del Somorrostro, es un territorio que ha experimentado una profunda transformación, hasta apostar hoy por conceptos a menudo desconocidos como “Economía Azul”, un reflejo de lo que representa actualmente el Instituto de Ciencias del Mar.

Al igual que le ha ocurrido a Barcelona con el mar, los centros de investigación han estado mucho tiempo de espaldas a las personas, encerrados en sí mismos, sin percibir una necesidad de explicar su trabajo a la sociedad. Pero en los últimos años, estos centros se han dado cuenta de que, sin las personas, la ciencia pierde su razón de ser, y se han convertido de forma orgánica en una herramienta de transferencia permanente de conocimientos a la ciudadanía.

Un centro de investigación de referencia mundial

Nutriéndose de esta nueva perspectiva científica se alza el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), con una historia de 70 años en la Barceloneta y desde 2001 arraigado en la mítica playa de Somorrostro. El ICM se ha convertido en un centro de investigación de excelencia y en los últimos años ha liderado la transformación de la investigación con y por la sociedad.

Somos de este barrio

Desde el ICM se ha llevado a cabo un largo histórico de actividades en el barrio y en sus playas. Y especialmente, en este último año, se han reforzado los vínculos entre muchas de las personas que viven o trabajan en la Barceloneta. En consecuencia el submarino del ICM ha visitado la plaza de la Barceloneta para animar a los vecinos y vecinas a explorar las profundidades de nuestro océano, durante «La Navidad en la Calle» sorprendíamos a los más pequeños con los parecidos entre los animales marinos y los terrestres, y durante “La Matinal de las Fiestas de la Primavera” una corriente de medusas llegaba a La Repla para saber más sobre las mariposas del mar.

Pero esto no termina aquí, el ICM quiere llevar la cultura oceánica a otro nivel, un proyecto pionero en el mundo para dar a conocer esta gran masa de agua que regula la vida en nuestro planeta, desde el barrio de la Barceloneta para el barrio y por todo el mundo.

También puede interesarte

Más artículos