70 años de la Agrupación de Comerciantes e Industrial de la Barceloneta

La Barceloneta, a lo largo de su historia, siempre se ha mostrado muy activa tanto a nivel comercial como asociativo. A finales del S.XIX encontramos noticias de la derrota de una entidad económica que agrupaba a las clases comerciantes de la barriada denominada Centro Mercantil de la Barceloneta, la buena noticia es que algunos antiguos socios querían recoger aquel testimonio y en 1885 , encontramos la fundación del Centro Cooperativo y Mercantil de la Barceloneta con Josep Trius, comerciante con tienda en la calle Ginebra 14, entre sus asociados destacados. La nueva entidad integraba el mundo comercial pero, al mismo tiempo, la filosofía del movimiento cooperativista que será muy activo en el barrio.

El cambio de siglo traerá una gran actividad asociativa con un talante más político y, en marzo de 1936, se constituye la Asociación de Industriales y Comerciantes de la Barceloneta con Salvador Miquel, de la Sastrería Miquel, al frente. Su incipiente actividad sólo se reducirá a unos meses ya que quedará repentinamente detenida con el estallido de la guerra civil. Toda esta tradición asociativa, que debe enmarcarse en un barrio muy vital tanto a nivel comercial como político o cultural, quedará rota por la guerra civil y la posterior dictadura. Sin embargo en tiempos del franquismo, a pesar de la represión cultural y la prohibición del movimiento asociativo, en 1952 los comerciantes de la Barceloneta comienzan a trabajar constituyendo una Comisión Organizadora con la intención de agruparse de nuevo. En 1952 fue muy activo y se consiguieron 200 comercios que se adhirieron apoyando la propuesta de constitución de la futura entidad. Entre ellos cerca de cincuenta tenían nombre de mujer. En mayo de 1953 la labor de este grupo motor fue tan activa que, justo antes de su constitución como entidad legalizada, hicieron una gran fiesta de cumpleaños. En el programa, entre otros actos conmemorativos, constaba una velada teatral, una excursión a Salou en magníficos “autopullmans”, así como la bendición de la bandera de la nueva entidad.