Reyes dentro y fuera del agua

El Club Natació Atlètic-Barceloneta, del 14 al 16 de Febrero, fue sede de una de las citas más importantes del waterpolo en España. Y es que, después de 12 años, acogía a la organización de una gran competición nacional en sus instalaciones. La XXXIX Copa del Rey de waterpolo masculino.

El Club anfitrión partía como favorito y no defraudó a nadie. Con relativa comodidad, logró la victoria en las 3 jornadas de competición. En cuartos de final se imponía al CE Mediterráneo (22 – 4), en las semifinales en el Solartradex Mataró (17 – 7) y en la final en el Keio Sabadell (5-14), el eterno rival en los últimos años.

El equipo marinero levantaba un nuevo título, manteniendo su hegemonía y sumando su 21a Copa del Rey a su extraordinario palmarés. Uno de los títulos más especiales, pues pudo ganarle rodeado de su afición. Además, lograba también los dos reconocimientos individuales. Bernat Sanahuja recibía el galardón al mejor jugador y Unai Aguirre, al mejor portero.

El broche de oro lo puso la madrina de lujo con la que contó el CNAB. Vecina de nuestro barrio, Loles León hizo gala, como siempre, de lo mejor de los humores y lució con orgullo los colores del Club Campeón. Ella fue la encargada de hacer el saque de honor en la final y tuvo el privilegio de recoger la Copa de Campeones con el equipo.

Pero más allá de la competición, estrictamente hablando, el Atlético-Barceloneta quería celebrar una gran fiesta del waterpolo haciendo de la Copa del Rey, por primera vez en su historia, un gran espectáculo. Invitó a todos los amantes del waterpolo a gozar de la experiencia de la forma más intensa y amplia.

El punto de partida fue la presentación oficial y el sorteo, huyendo del formato tradicional y haciendo una apuesta innovadora y de lo más original. Convocaron a autoridades, clubs, patrocinadores y medios, el 7 de Febrero, en el Aquàrium de Barcelona. Nadie podía imaginar que la suerte se echaría en la pecera de los tiburones. Entre bolas que caían en el fondo marino y multitud de peces, dos buzos fueron las manos inocentes, con los tiburones de testigos directos, provocando escenas muy simpáticas. Una puesta en escena fabulosa y que se convirtió en un punto de inflexión en los sorteos deportivos celebrados hasta ahora.

Una semana después llegaba la gran competición, clara protagonista. Eso sí, el Club diseñó un programa lleno de actividades durante todo el fin de semana para hacer de la Copa una gran fiesta. Actuaciones magníficas en la piscina, con DJ, percusionistas, animadores y un increíble espectáculo de luces. Ofreció también un momento muy emocionante con la exhibición del equipo nacional de natación sincronizada, que sedujo a todo el público con una maravillosa función.

Y, como colofón, en su chiringuito de la playa, recientemente renovado y ampliado, con un diseño impresionante, crearon una fan zone interactiva. Con una pantalla gigante se podían seguir en directo los partidos y fue el punto de encuentro donde las diferentes aficiones podían conocer a los deportistas y tomar fotos. También había un caricaturista para llevarte un divertido recuerdo personalizado, un spin 360º para grabar un gracioso vídeo de tu experiencia y el no tan clásico fotorápido para inmortalizar el momento con los amigos.

La familia CNAB está muy orgullosa del éxito deportivo y organizativo conseguido. Y éste último ha sido posible gracias a los socios, trabajadores, afición, deportistas de todas las categorías, voluntarios y patrocinadores.

En definitiva, una Copa del Rey inolvidable.

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