Eva Estébanez-Perpiñá

“Trabajamos para combatir el cáncer de próstata”

No presume de sacarse al mismo tiempo dos carreras, ni de ser una científica internacionalmente reconocida, ni de dirigir un grupo de investigación para, entre otros proyectos, buscar combatir ese maldito cáncer de próstata que tanto nos preocupa a los que ya tenemos 50 años. Presume de enseñar a hacer crema catalana a todo un Premio Nobel y, sobre todo, presume de ser de la Barceloneta. Es la Eva, la hija de la Rosalía y el José Luis de Casa Perpiñá.

1- Desde pequeña sabía que se dedicaría a estudiar la naturaleza, aunque aún no sabía que eso se llamaba Biología y Bioquímica.

A mí siempre me ha gustado mucho cuidar plantas. Me atraía la naturaleza. A los 5 o 6 años le dije a mi madre que lo que yo quería era tener una floristería. Para tener plantas y flores pero sobre todo para estudiarlas.

2- Estudiante en el Colegio Virgen del Mar y en el Instituto Joan Salvat-Papasseit, siempre en la Barceloneta

Mis padres tenían muy claro que teníamos que ir a la escuela de aquí y tener un ambiente de barrio. Fueron unos años muy felices. El Virgen del Mar me encantaba y recuerdo ese edificio de una manera muy entrañable.

Me vienen a la memoria especialmente 3 profesores que me marcaron: la Imma, la Esperanza y el Santiago -Salvi-. Yo era una nena muy curiosa y ellos supieron estimular esa curiosidad. Cuando estuve enferma de asma y me era imposible asistir durante meses a clase, ellos se preocuparon para que pudiera seguir el curso. Nunca lo olvidaré.

3- Llega la universidad (UAB) y no contenta con estudiar una carrera de las difíciles, estudias dos (Bioquímica y Psicología) y asignaturas sueltas de medicina.

Yo tenía claro que quería hacer biología, pero gracias a las clases de psicología que recibí en el COU pensé que también quería saber las bases biológicas de la conducta. De hecho empecé primero por la carrera de psicología y el segundo año ya cursé las dos en paralelo. Podrían parecer alejadas pero pienso que la conducta también tiene una parte biológica importante.

Sí, fueron años de locura. De estudiar mucho y vivir el estrés de la época de exámenes multiplicado por dos, pero lo volvería a repetir.

4- Luego toca especializarse y hacer la tesis doctoral. Entonces vas y te codeas con todo un Premio Nobel. ¿Para qué vamos a conformarnos con menos, no?

Fue casual. Yo a mi tutor de carrera le insistía que quería marchar fuera y en esa época, sin internet, no conocías mucho los posibles destinos y oportunidades. Hasta que me comentó la posibilidad de ir a Alemania en el grupo del Robert Huber. Dije que sí pero yo no sabía ni quien era ese señor. Comenté a un compañero la posibilidad y me dijo sorprendido “¿pero tú sabes quién es?, ¡es un Premio Nobel!”. Entonces fui consciente de la implicación que tendría eso en mi futuro profesional. Me fui con mi compañera Marta y nos hicieron un contrato inicial de 3 meses. Le debimos convencer pues nos renovó con un contrato de 3 años más. Sin duda, mi tutor de la Universidad Autónoma vio muy claro donde encajaría.

5- Y dentro de la Bioquímica, lo tuyo es todo lo que se refiere a las moléculas.

Me especializo en Biología Estructural y Bioquímica-Biofísica. Estudio las proteínas que son los trabajadores de nuestras células, encargados de hacer las diferentes funciones. Podríamos decir que mi pasión es lo molecular. Me gusta verlas con detalle atómico. Voy al Sincotrón de Cerdanyola*, que nos permite estudiarlas en una proximidad mucho mayor para ver que forma tienen y cómo funcionan, y después para pensar como diseñaremos fármacos para las diferentes enfermedades.

6- ¿Un ejemplo de esos fármacos que diseñáis?

Trabajamos para combatir el cáncer de próstata. Un cáncer que padecen 1 de cada 6 hombres a partir de los 50 años. Buscamos nuevos medicamentos que lo puedan cronificar, frenando así su desarrollo y permitiendo al paciente una larga supervivencia.

7- Pues, en mi nombre y en el de todos los de mi generación, gracias.

Pero lo más importante es prevenir. No te saltes las revisiones y hazte los análisis PSA regulares que te indique el urólogo. Te pueden salvar la vida.

8- Desarrollas gran parte de tu carrera fuera de nuestras fronteras. ¿Aquí la ciencia no tiene futuro?.

Yo no me marché por no tener futuro; tenía oportunidades aquí. Pienso que tenemos futuro aquí y sobre todo tenemos un potencial impresionante que, eso sí, no siempre está cuidado como merecería. Ni a nivel de medios ni a nivel de sueldos. Pero a mí me gustaba viajar y yo quería ver como se trabaja en otros países y después volver.

9- Pensaba que los científicos no salíais del laboratorio.

Pasamos muchas horas en el laboratorio, lógicamente. Pero el trabajo de científico pienso que requiere viajar mucho por el mundo. Para formarnos, asistir a conferencias, estar al día de nuevas técnicas, conocer a otros profesionales e intercambiar experiencias.

10- ¿La ciencia es un mundo de hombres?

Desafortunadamente, en algunos cargos aún sí. Durante las carreras, en la universidad, hay muchas chicas, pero a medida que subes los escalafones profesionales desciende la presencia femenina. Llega un momento que muchas mujeres deben decidir si quieren ser o no madres. Unas optan por retrasar la maternidad como es mi caso pero muchas deciden renunciar a ser madres por la profesión. Pero los llamémosles “jefes jefes” suelen ser hombres. Me sabe muy mal, pero es así.

11- Pero tú lo has conseguido. Eres madre.

Tuve a mi hija Milena justamente cuando comencé mi grupo de investigación independiente. Conciliar las dos facetas fue difícil. Además yo no dejé de dar mis clases en la universidad. O sea compatibilizaba la investigación, la docencia y la maternidad. Daba el pecho, iba a las clases y daba una nueva toma antes de entrar al laboratorio. Pero, una vez más, mi gran ayuda fueron mis padres. Sin ese apoyo familiar hubiera sido imposible. 

12- ¿También das clase?

Me encanta. Imparto aproximadamente 250 horas al año. El trato con los alumnos me resulta muy enriquecedor y me obliga a estar constantemente formándome. Después alguno de esos alumnos se convierte en compañero.

13- Jens, tu pareja, también es un reconocido científico. ¿En casa sólo se ve Discovery Science u os habéis atrevido, por ejemplo, con un Sálvame Deluxe?

Sálvame Deluxe quizás es muy duro, pero si le he puesto Torrente. Personaje alucinante para un alemán como Jens. Pero en casa se ve mucho cine español y series de todo tipo pero nos gustó especialmente Breaking Bad, y también somos fans del Sheldon Cooper y nos gusta la ciencia ficción. Pero sí, si que hablamos de ciencia en casa. Somos dos científicos muy frikis y cuesta desconectar al 100%.

14- Robert Huber, tu pareja Jens… ¿Se nos ha germanizado Eva?

O yo les he catalanizado a ellos. Jens es un entusiasta de Barcelona. De hecho, él consiguió primero la plaza en el IRB, Institut de Recerca Biomédica, para volver aquí. A Huber y a otros colegas alemanes, americanos y de diferentes partes del mundo, ni te imaginas como les he aficionado al pa amb tomaquet o a la crema catalana. Algunos ya la hacen mejor que yo.

15- Volvemos de donde saliste. ¿Qué es para ti el barrio?

Pienso que tú llevas siempre tu barrio dentro. Tu origen, tu gente. Cuando estás lejos echas mucho a faltar sobre todo a la familia y a tu anterior entorno. Especialmente antes que no había whatsapp ni videollamadas. Al inicio, en Alemania, nos comunicábamos por fax. Igualmente, siempre he procurado adaptarme al lugar donde estaba, vivirlo y hacerlo un poco también mío.

Pero sí, el barrio es mi casa. Para mí es muy bonito conocer a la gente y que te conozcan. Me gusta que no sea anónima, que se me reconozca como “la filla de la Rosalía y el José Luis de Casa Perpiñá”.

Todo empezó en el Virgen del Mar

En la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) pudo simultanear Bioquímica y Psicología, y asignaturas de Medicina. Se especializó en Biología Estructural y Bioquímica- Biofísica durante su doctorado en el Max-Planck-Institut de Bioquímica en Munich, Alemania, bajo la dirección de los prestigiosos científico Prof. Robert Huber (Premio Nobel de Química, 1988).

Después Vancouver (Canadá) y en el laboratorio del Prof. Robert J. Fletterick en la Universidad de California, San Francisco (UCSF). Hasta que inició su laboratorio independiente gracias a unas ayudas Ramon y Cajal del Ministerio y Marie Curie de Reintegración en el Instituto de Biomedicina (IBUB) de la Universidad de Barcelona (IBUB), la Universidad número uno en los rankings actuales de España y Cataluña. Su laboratorio está ubicado en el Parque Científico de Barcelona, que es uno de los ecosistemas referentes a Europa en investigación, transferencia tecnológica e innovación. Eva es profesora del Departamento de Bioquímica y Biomedicina Molecular e imparte clases en las Facultades de Biología y Farmacia, en los Grados de Biología y Bioquímica de la Facultad de Biología (UB), y en el Máster de Biotecnología (Facultad de Farmacia, UB).