El Jai-Ca cumple 70 años

En las poblaciones y barrios históricos existen algunos locales que, después de una dilatada trayectoria, han llegado a convertirse en algo más, mucho más, que un bar o restaurante para ser, además, un referente no solo gastronómico sino también social. Un punto de encuentro en el cual conviven vecinos y clientes de toda la vida con nuevos visitantes que buscan este rescoldo de aquello auténtico. En la Barceloneta uno de estos locales es lo Jai-Ca, que este año cumple 70 años manteniéndose en plena forma.

 

Historia

A la esquina de las calles Pizarro con Ginebra siempre ha habido un bar. El 1952 era Can Vinagre, suyo también del corazón del mismo nombre, y estaba regentado por la familia de Marià Martí. El horario era el que hoy dirían 24/7. Es decir, abierto día y noche todos los días de la semana para atender, entre otras, a los trabajadores de la Catalana de Gas, de La Maquinista, del astillero Vulcano, además de los portuarios y los pescadores. Cada colectivo con horarios diferentes que ocupaban las 24 horas de los 7 días. 

Durante la dictadura, el local también fue, entre otros, sede de la Peña taurina Manuel Arruza, que solo aceptaba socios que pertenecieran a las organizaciones falangistas de la FET y las JONS. También son recordados los bailes de una jovencísima Carmen Amaya a cambio de unas perras gordas.

 

Jaime Cabot

Mariano Martí, cansado de tanto 24/7, ofreció el negocio al entonces empleado de la Farmacia Padrón, Jaime Cabot. Un joven animoso de espíritu emprendedor. La familia Cabot estuvo realquilada al bar del 1952 al 1955. Con el que había ahorrado allá y con el estraperlo de penicilina, Jaime pagó el traspaso del bar. Es importante destacar la función de Jaime en sus años a la farmacia durante la época del tifus, enfermedad que causó la muerte de numerosos vecinos, entre otros la de su hermana Lola. Jaime administraba la penicilina a los vecinos, a menudo sin cobrar a los más necesidades. Este dato habla por sí sola del joven Cabot. 

 

Se inaugura el Jai-Ca

El 1 de julio de 1955 se inaugura el nuevo local de nombre Jai-Ca, por Jaime Cabot. La decoración, moderna en su tiempo, se ha mantenido inalterable hasta nuestros días. También se construyó una marquesina anexa de madera y vidrio con 5 mesas en la cual, entre otras celebraciones y curiosos encuentros, se reunían la asociación de vecinos, la junta del Club Natación Barceloneta, la Peña de fútbol Barcelona-Barceloneta, el Coro Ven y Ven y semiclandestinamente los militantes locales del PSUC. Todos tenían como punto de encuentro lo Jai-Ca.
Junto a Jaime, su hermana Lluisa y su cuñado Joan Tomillero fueron los artífices del crecimiento y consolidación durante décadas del Jai-Ca.

Jaime tenía dos pasiones: el C.N. Barceloneta, del cual fue nadador, waterpolista y directivo, y el Barça. El Jai-Ca fue el primer local público con televisión en la Barceloneta. Esta primera Marconi se inauguró con el primer partido Real Madrid – Barcelona que se retransmitía por televisión. Era un 15 de febrero de 1959. Todo un acontecimiento que solo duró media parte. La imagen se perdió e hizo falta seguir el partido solo por radio, y además, ganó el Real Madrid.


2.ª generación

El año 1956 a la cocina se podía ver una cuna de paja de bebé. Era el hijo de la Lluisa y Joan, el pequeño Jaime Tomillero Cabot, que ha trabajado desde los 13 años hasta coger, con el tiempo, las riendas del negocio. Primero con su tío y padres y después, ya en 80, junto a su esposa Antonia Hernández. 


Nuevo local y 3.ª generación

El 29 de julio de 2012, recuperan un local que ya regentaron en los años 90 con el nombre del Trompo. El Lobito del malogrado Simón, se convierte en el nuevo y segundo Jai-Ca, ambos situados a apenas 10 metros de distancia. 
La Alba Tomillero Hernández, hija de Jaime y Antonia y responsable del negocio desde 2020, representa hoy la tercera generación. 
El espíritu de centro neurálgico del barrio y referencia entre sus vecinos se ha mantenido a lo largo de los años. Al local los clientes de siempre tienen su propia mesa y es que se siguen reuniendo grupos de amigos de toda la vida, como los cerca de 20 “veteranos” que no fallan ningún lunes o los antiguos jugadores de balonmano de La Salle.

Más que un bar de tapas emblemático de la Barceloneta, actualmente el Jai-Ca es ya una marca de referencia. Con un equipo de aproximadamente 40 personas, el Jai-Ca abre de 8 a 23 horas sirviendo almuerzos, vermuts, comidas, cafés y cenas, cada día de la semana, todos los días del año menos el 25 de diciembre y el 1 de enero. Siempre procurando una convivencia natural y armónica entre los clientes locales y el nuevo visitante turístico.

Sin duda, durante estas ya 7 décadas se ha sabido mantener aquel mismo espíritu de dedicación y servicio que inculcó el tío Cabot. 

Feliz 70.º cumpleaños, Jai-Ca!

-La raspa: tapa símbolo del Jai-Ca. Fue creada en los años 80 por casualidad. Al lavar los boquerones alguien dijo “no tires las espinas, fríelas a ver qué tal”. Quizás este fue el principio de la actual cocina de aprovechamiento.


-Baldomero: el inolvidable loro, durante años pensando que era Baldomero hasta que al final se descubrió que era Baldomera. Hoy un símbolo muy presente en el local.


-La porra: es una tradición histórica la porra de fútbol. Ni se recuerda desde cuando se hace, pero es una cita que no falla a ninguna jornada.

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