Barceloneta, cuna del waterpolo

La playa de la Barceloneta ha estado testigo de algunos hechos realmente históricos. Entre otros, el nacimiento del waterpolo a nivel nacional. El primer partido de waterpolo jugado en España fue el 12 de julio de 1908, bajo el arbitraje de Bernat Picornell. Se celebró en el mar, frente a los actuales clubes de natación del barrio. 

Inicialmente el waterpolo se jugaba en el mar. Sus practicantes eran aficionados a la natación y gente relacionada con el mar: pescadores, marineros y habituales del puerto. En 1911 llegó a la ciudad el equipo del Club de Niza, el entrenador del cual, Paul Vasseur se quedó una larga temporada en Barcelona para enseñar parte de sus conocimientos a los jugadores locales. Vasseur es considerado el primer entrenador. En 1912 se disputa el primer Campeonato de España de waterpolo, proclamando- se campeón el equipo del C.N. Barcelona, con los jugadores: Marcel, Fabregat, GranicherRabéKnotechCadrada y Aysa

Los primeros campeonatos de España los disputaban exclusivamente equipos catalanes. En 1914 ya se incorporó a la liga un club no catalán: el CN Athlétic de Bilbao. A partir de aquí, el waterpolo se empezó a extender por otras zonas, surgiendo nuevos equipos y organizándose torneos. Pero en España el waterpolo nace y crece en nuestra playa de la Barceloneta. La primera selección nacional debutó en los Juegos de Amberes (1920). Para lo cual fue necesario fundar la Federación Española de Natación Amateur. El entrenador tanto del equipo de natación como de waterpolo era el sueco Berglund

Preparando la cita olímpica, los jugadores coincidieron con la selección americana y vieron por primera vez nadar en estilo crawl. Primera sorpresa!. El torneo los aparejó con la experimentada selección inglesa. A pesar de recibir una comprensible paliza, el juego de los ingleses los dejó fascinados Esto motivó la necesidad de crear un equipo competitivo capaz de competir contra el resto de países. Esto impulsaría la construcción de la piscina del C.N. Barcelona en 1922, y posteriormente la piscina de Montjuich en 1929. Estas piscinas fueron claves para el progreso del waterpolo, organizando nuevos acontecimientos y partidos, no solo a nivel nacional sino también con equipos internacionales. Sin embargo en 1928, a pesar de que durante esta época se intentó impulsar el waterpolo, el Comité Olímpico Español decidió no enviar al equipo nacional por carencia de presupuesto, por lo cual fue el C.N. Barcelona el que financió el viaje del equipo español a la cita olímpica.