3 de febrero de 1753

Cualquier ciudad o barrio no puede decir la fecha exacta de su nacimiento. La Barceloneta sí.

El 3 de febrero de 1753 Domingo Fernández del Monte, administrador de rentas pone la piedra fundacional en una de las tres primeras casas que se construyeron. El administrador construyó la casa como modelo de todas las otras. Las casas iniciales eran unifamiliares de planta baja y primer piso, con un tejado. Esta altura será a consecuencia de que los cañones de la Ciutadella apuntaban en el mar y si disparaban podían llevarse las casas si eran más altas. Todas eran igual, construidas con ladrillo, de manantial bares en cuarto de medida y siete de altura como explicaban las escrituras. En orientación norte-sur a resguardo del viento de levante y permitiendo que todas las ventanas dieran al exterior y la ventilación de las casas fuera de fachada a fachada. Las fachadas eran rematadas con un frontal triangular y encima de cada ventana había de haber unas volutas decorativas, un balcón de hierro y si la casa era al inicio de la calle llevará la señalización del número de la isla y la cuadra. El color de las fachadas también estaba especificado a las escrituras porque todo tuviera una homogeneidad. Muchos de los afectados de los escombros de las barracas solicitan el permiso por la edificación de casas. La construcción en la Barceloneta significa la privatización de unos terrenos públicos que pasarán en manos privadas. Los solares que se pedían se concedían en libre alodio y estaban exentas de contribuciones del catastro y de lluïsme, derecho que se pagaba por un dominio directo de las tierras al señor feudal. También tenían la concesión de condición perpetua. Con el permiso concedido, ya se podía construir la casa que siempre será supervisada por las órdenes hechas por el ingeniero en ninguno. Treinta meses más tarde de la primera piedra, ya había construido ocho calles. En pocos años la demanda de nuevas edificaciones será todo un éxito.