La primera forma de abastecerse de agua por parte de los vecinos de la Barceloneta va ser a través de la construcción de pozos. Pero estos siempre eran uno conflicto de salubridad porque las sus aguas provenían del subsuelo y de la lluvia. Muchas veces hi había filtraciones con los pozos muertos que estaban a cerca y el agua de la lluvia casi siempre quedaba contaminada con las heces de los animales que se utiliza zaven en el trabajo diario.
De los pozos a las fuentes públicas
Así pues, las fuentes públicas eran el suministro más se gur. Pero de enseguida se va ver la necesidad de solicitar más fuentes, porque con una o dos, dentro de la Barceloneta, no eran suficientes para abarcar a toda la población, que se veía con la ne cesidad de ir a buscarla fuera, con las naturales molestias que esto ocasionaba.
El primer pozo público, del que tenemos constancia, es el Pozo de Sant Elm, situado junto al portal de Mar, donde ahora es la cruce del Paseo Nacional (por los de fuera Paseo Juan de Borbón) con Doctor Aiguader. Entre los marineros había la creencia que la suya agua estaba bendita, y por esto regaban las suyas me barcaciones con la suya agua el día de la efeméride del santo. Pero ya el 1820, Guitert de Cubas nos dice que en el sede sitio se encontraba una fuente con tres grifos. En poco a poco los pozos van ir dando paso a las fuentes públicas cómo a único suministro vecinal.
En parte de la Fuente de Sant Elm la primera de la cual tenemos noticias es la que estaba ubicada en la Plaza de la Fuente o de los Boteros donde ahora está el Mercado. Esta fuente suministraba agua, no sólo a los vecinos, sino también a los comercios y artesanos de la zona. Es precisamente por culpa de esta fuente que hi encontramos a el AHCB una queja dirigida a el Ayuntamiento de la ciudad, el 28 de agosto de 1790, por parte del vecino Pablo Casademun, maestro calafado, habitante de una casa propia en la Barceloneta, situada a la Plaça de la Font, dicha de los Boters actualmente “la Repla”, por culpa de el agua sonido brante de la fuente que le entra dentro de casa: “con el debido respeto exposa, que para evitar los se tragos de las aguas pluviales en que dan a dentro de las casas, le se preciso haber de construir un albañal conduciendo con el albañal que se encuentra en el desguazadero de las aguas despierdicideras de las de la Plaza de la Fuente y cómo de esto se debe atener el permiso de usted.”
El Ayuntamiento le contestará que le concede el permiso para hacer el alcantarillado hasta encontrar el desguace de la fuente de la plaça de la Font y añadirá que no sólo a él, sino también a todos los vecinos que se vieran afectados. También le informará que el coste irá a su cargo. En fin… hay cosas que no cambian con el tiempo.
Sufriendo uno abastecimiento insuficiente
Las demandas vecinales por poner más fuentes va tardar a ser escuchadas y fines al 1829 el abastecimiento de los vecinos todavía eran los pilotes del lado de la puerta de mar. En 1826, por encargo de la Junta de Obras del Puerto, se terminó la construcción de una fuente ornamental dedicada al dios Neptuno y que se situó en el antiguo Muelle de la Riba. Éste nuevo surtidor va venir a sustituir a la fuente de Sant Elm.
Era una fuente de pared construida por el maestro Adrià Ferran, alicatada con decoraciones de escenas marineras y que en medio, encima de un pedestal, había una estatua del dios Neptuno. La su función principal era la de suministrar agua a las embarcaciones y después a los vecinos del barrio. En 1919, a causa de las reformas portuarias, la fuente de Neptuno es desmontada con la promesa de que cuando se encontrara una ubicación propicia volvería a la Barceloneta, pero no va volver nunca y sufrió una serie de peregrinaciones por diferentes puntos de la ciudad, terminando, actualmente, a la plaza de la Mercè. Sería hermoso que en alguno momento, por fin, se encontrara esta ubicación por la fuente de Neptuno en el barrio.
Hasta a 26 surtidores
Las primeras fuentes abastecidas con agua de Montcada van empezar a brotar el diciembre de 1830. Sucesivamente, se fueron instalando más surtidores finos que ninguna al 1930 se cuenta bilizaban uno total de 26 bocas que daban 1300 m2 de agua.
La fuente del calle Pescadors número 53, que presume de ser la primera fuente que abarcó el barrio de agua potable, se va inaugurar al año 1829. Ésta fuente de pared, que se va hacer con piedra de la cantera de Montjuïc, contiene tres conjuntos de baldosas que muestran escenas de costumbres marineras.
La fuente de calle Baluard nº ro 32 va ser la siguiente, inaugurada ninguna al 1830 y instalada a la fachada de uno edificio tradicional de planta y piso, y que por instalarla se hubo de desplazar la puerta principal.
El 1844, el Capitular don Buenaventura Vivas, va obtener autorización por hacer uno cañón al pie del repartidor existente en la calle Ginebra, conocida cómo la fuente de la Betsegada por la cantidad de agua que hi salía, y la construcción de una fuente, de la que no hemos encontrado la suya localización, que le decían la fuente del Panillo, porque estaba decorada con uno obelisco muy pequeño. Cómo vemos esto de cambiar el nombre de las cosas es uno deporte que sólo el encontramos a la nuestra barriada.
En aquel año 1863 se quita la fuente del Panillo y se fan las fuentes de la calle Concepción, 1 (actual Salamanca), Santa Eulalia, 20 (actual calle Meer), calle Tormenta, 24, derruida el 1889 y la del Muelle Nuevo. De 1872 datan las del paso seo Nacional, 62 y el número 26, sustituida en 1892.
En 1888 el Ayuntamiento acuerda la construcción de catorce fuentes-farolas ubicadas en varios lugares de la ciudad, adjudicadas a Jaume Rodillas. Son fuentes realizadas con hierro colado, con una base circular y cuatro manantiales sobre los cuales destaca el escudo de la ciudad. Culminan con unas farolas, que antes eran de gas, de cuatro brazos y que darán luz alrededor.
Por los voltios de 1892 se emplazan en la Barceloneta dos de estas fuentes-farola. Una se va situar a el cruce de las calles Balboa y Pizarro, desplazando a la fuente de la Betsegada, y la otra al número 24 de el antiguo Paseo Nacional, que finalmente se trasladó a la plaza Sant Miguel (actual plaza de la Barceloneta), donde está ubicada hoy día.
16 fuentes públicas
El 1893, cómo a resultado de la inutilidad de muchos de pozos por una dilución de alquitrán de hulla, el alcalde Manuel Henrich, decreta el aumento del número de fuentes en la Barceloneta. Se construyen las de: calle Santa Clara, 12; calle Santa Severo, 2 (actual calle Villa Joyosa); calle San Rafael, 40 (actual calle Alcanar); calle Sant Olegari, 63 (actual calle Vinaròs) y calle Baluard, 120. La Barceloneta llegó a tener 16 fuentes públicas.