La vida es agua, la vida es Océano!

Sí, toda la vida que conocemos se baza en el agua, y cómo el 97% de el agua que hi ha a la Tierra se encuentra en el Océano, con toda justicia podemos decir que la vida es Océano . Y decimos Océano con mayas culas por a indicar claramente que todas las cuencas marinas están interconectadas, no hay multitud de océanos, hi ha un único gran Océano.


Cada uno de nosotros también es Océano. Aproximadamente las dos terceras partes de nuestro cuerpo son agua, agua que nos viene de el Océano, que continuamente bebemos y regresamos a nuestro entorno, durante el verano principalmente en forma de sudor.

El agua de el Océano ente llega a cada uno de nosotros, y a todos los ecosistemas, a través del ciclo hidrológico. Se evapora, pasa de media una semana a la atmósfera y nos llega en forma de lluvia.

El Océano no sólo ente mujer la su agua; nos da vida. Sin él la vida cómo la conocemos no sería posible en el planeta Tierra. Es el termostato del planeta, su pulmón y su corriente sanguínea, todo al mismo tiempo. En más es un gran reservorio de nutrientes y carbono – contiene el 87% del carbono accesible por a la vida – que son los elementos vitales por el ciclo de la vida. Genera cerca de la mitad del oxígeno que respiramos, gracias al fitoplancton y en los bosques submarinos.

También es un extraordinario regulador térmico: sólo los 2,5 metros superiores de el océano almacenan tanto calor como toda la atmósfera! Absorbe un 90% de el exceso de calor que hemos generado durante el último siglo; a pesar de la temperatura media de toda la columna de agua sólo ha aumentado en 0,1 grados centígrados.


Somos los responsables

Nuestra actividad descontrolada pone en peligro ese equilibrio perfecto. La contaminación, la sobrepesca y la desnaturalización de los espacios, están degradando los ecosistemas marinos a un ritmo sin precedentes. La pérdida de biodiversidad es cada día más evidente. Desde de 1970, las poblaciones de vertebrados marinos han disminuido uno 60%, y hoy día, un millón de especias están en peligro de extinción.

El calentamiento y acidificación son también un gran reto. Por un lado, el incremento de temperatura de el agua hace que se expanda. Esto, junto con el deshielo continental, está haciendo subir el nivel del mar, poniendo en peligro grandes extensiones de zonas costeras. Por otra parte, el Océano ha incorporado aproximadamente una tercera parte del dióxido de carbono que hemos emitido, haciendo que las aguas se vuelvan más ácidas, el que pone en peligro los arrecifes de coral.

¿Qué hacer? Sumarnos a la revolución colaborativa. Aún somos a tiempo. Cómo a habitantes de un barrio marítimo como la Barceloneta, tenemos una relación especial con el Océano, y también una responsabilidad. Podemos reducir la huella de carbono utilizando transportes sostenibles, consumo local y eficiencia energética. Además, podemos proteger a los ecosistemas costeros evitando la contaminación plástica y respetando las zonas marinas protegidas. Esto nos permitirá reconectar con la naturaleza, y en la medida en que valoramos y preservemos los espacios marinos, nos estaremos cuidando a nosotros mismos.

Es necesario siempre actuar y disfrutar del extraordinario hecho que somos Océano, somos parte de el organismo planetario!

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