Ya queda muy poca gente que recuerde que había una plaza de toros en la Barceloneta llamada el Torín. Fue la primera plaza de toros fija en España y estaba donde ahora está la Torre Mare Nostrum, sede central de Gas Natural Fenosa, edificio de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue .
Fue promovida por la Junta de la Casa de la Caridad , la misma que creó los primeros baños en la playa, que a falta de suficientes ayudas y donaciones vio como una fuente de ingresos las corridas de toros. La autorización real a la construcción de la plaza llegó en Marzo de 1827 firmada por el propio Fernando VII con la condición de que se hicieran seis corridas al año. Es conocido por todos la relación que hay, en muchos sentidos, entre los Borbones y los bous.
El arquitecto Josep Fontserè i Domenech fue el encargado del diseño y construcción del edificio que debía limitar su altura en dos pisos porque la Barceloneta aún no formaba parte de la ciudad y era zona militar. Recordemos que hasta 1872 el barrio no formó parte de la ciudad de Barcelona y estábamos rodeados por fortines y cuarteles. Los pisos superiores de la plaza tuvieron que ser construidos en madera. La arena medía 60 metros de diámetro y tenía capacidad para unas 13.000 personas. Sufrió otras cuatro reformas a lo largo de su existencia: en 1857,1871, 1875, 1879 y 1888 coincidiendo con la Exposición Universal y que fue cuando se colocaron las columnas y se sustituyeron los pisos de madera por ladrillos. Por fin, la plaza es va inaugurar el 26 de julio de 1834 con toros de la ganadería de Javier Guendulain y con los toreros Juan Hidalgo y Manuel Romero Carreto .
Funcionó como cualquier plaza de bous con un público fiel y amante de la tauromaquia. Toreros destacados van ser Rafael Molina, más conocido como el Lagartija , de origen cordobés y que el 13 de mayo de 1877 en una de sus actuaciones se utilizó la música por primera vez para seguir los pasos de la muleta. Dicen las crónicas que después del buen trabajo que había hecho, un hombre de entre el público se levantó y llamó a la banda de música municipal: ¡Música! Desde entonces es costumbre acompañar con música el trabajo de los toreros. Otro destacado fue Pere Aixelà y Torner, más conocido como Peroy , original de Torredembarra y uno de los primeros toreros catalanes que tomó la alternativa el 12 de junio de 1864 en el Torín .
En 1862 en las gradas había un personaje que va dejó escrita su experiencia en el Torín: Hans Christian Andersen ,el cual pasó una semana en Barcelona. En su libro Spanien , publicado en 1865, nos cuenta todo lo que vivió esa tarde de domingo.
Uno de los primeros administradores de la plaza fue Rossend Arús i Arderiu, periodista , empresario y fundador de la biblioteca del paseo de Sant Joan que lleva su nombre, especializada en la masonería. Otro famoso administrador fue Mariano Armengol, médico del barrio de la Barceloneta que, junto a su hijo Mariano Armengol i Roca, más conocido por “Marianet ”, organizaron diversas funciones cómicas taurinas con una cuadrilla de adolescentes toreros catalanes donde destaca Josep Huguet “Patata ”y Joan Buzón “Metralla ”,que hicieron su debut el 11 de Noviembre de 1893.
En 1895, “Marianne ”presentó una cuadrilla femenina conocida como Les Hoyes , que van debutaron el 10 de Marzo de 1895. Nos han llegado sus nombres: Justa y Encarnación Sumó, Julia Carrasco, María Pagés , María Munubeu , Isabel Jerro , Dolores Pretel y Angela Labrador .
También se programaban actos que no eran de bous, como fue el famoso espectáculo el 11 de septiembre de 1847 con el despegue de un globo aerostático del francés Monsieur Árbano ,que acabó con tragedia cuando el globo se alzó demasiado y desapareció con el pobre Monsieur dentro.
La revuelta de 1835
Pero el evento más famoso en la plaza fue, sin duda ,la bullanga de 1835. Una revuelta en principio espontánea pero que tenía detrás de toda una problemática social por parte de la iglesia y su apoyo al bando carlista. El día 25 de julio de 1835, celebración del cumpleaños de la reina Isabel II y día de Santiago, patrón de España, el espectáculo ya olía a problemas con un público que ya entró con ganas de liarla en grande. Un pésimo espectáculo de los toros de la ganadería navarra de Zaldueno fue detonante para hacer saltar la chispa. El lanzamiento de objetos de todo tipo y el enfrentamiento con los guardias de turno fueron la excusa perfecta para quemar la ciudad. La chusma se marchó hacia la Rambla, en manifestación, hasta que un grupo radical exaltado empezaron a quemar iglesias y conventos como el de la Merced, el de San Francisco y el de Santa Mónica, mientras que en los cuarteles de las Atarazanas los policías mantuvieron una actitud pasiva. Por la noche se prendió fuego a los Trinitarios Descalzos, el convento de Sant Josep, los Agustins Calçats, el convento del Carme y el convento de Santa Caterina. Una decena de frailes perdieron la vida esa noche.
Un escrito anónimo relata esto:
«Hicieron toros los más infelices , que en el cuarto toro la gran turba de la gente todo tomó los gamberros sobre los toreros y toro y gran griterío , y sale al quinto toro también malo y al poble airado tirando abanicos y sillas , hasta banchis que todo o derotatran ya golpes de sillas y bancos mataron al toro, que rompen más de 15.000 sillas y bancos , que fue una derrota que hizo orros , y después , con la cuerda de la maroma, ataron al toro y arrastrando lo llevaron».
Tras ello , se cerró la plaza hasta el día de San Pedro de 1850. Pero no fue la única incidencia: la colocación de bombas anarquistas, los robos indiscriminados de carteras, las multas impuestas al torero Conejito por enfrentar cese a la policía y otros sucesos hicieron que la plaza estuviera cerrada los años 1851, 1854 y 1865.
Con la inauguración de la plaza de las Arenas en 1900 y la plaza de la Monumental en 1914, el Torín fue perdiendo importancia y se fue degradando. En l1922 el Torín fue adquirida por el Banco Urquijo de Barcelona. La última corrida se celebró el 23 de Septiembre de 1923 con una novillada de seis toros de la ganadería de Hidalgo con los toreros Faroles, Isidoro y Ramiro Anillo .
En 1927 va pasó a manos del empresario Pere Balañà, que la compró a los empresarios y ganaderos Jardon , propietarios de la plaza de las Ventas de Madrid y arrendatarios de las deficitarias tres plazas que existían en Barcelona. En el caso del Torín , Balañà tuvo que negociar con el propietario, Felix Escalas Chamenino , director del Banco Urquijo .
El edificio fue utilizado como a almacén de mercancías. Nada se sabe de la época de la República o de la Guerra Civil, que se mantuvo cerrada hasta el año 1946. Ese derribó ocho años más tarde i va pasar a manos de la compañía Catalana de Gas.