Cuando dirigir equipos se lleva en los genes

Belén Martín (1973), es Socia Directiva de EVOLUTION YACHTS, SL,

De nadadora a directora. Nos han dicho que desde que “sales” de la piscina tu trayectoria es apasionante.

Empiezo a nadar con 4 años con el Sr. Paco del Liceo Palcam hasta que nos dan una beca de natación a mis hermanos y a mí en el C.N Barceloneta. Pese a que no se me daba mal la natación, empecé a combinar la natación con el waterpolo porque me aburría, hasta llegar a la Selección Española en la que estuve durante 5 años. Del C.N. Barceloneta ficho por el C.E. Mediterrani. Participo en Copas de Europa, Europeos y Mundiales, hasta llegar al Campeonato Mundial de Perth en 1998, “my last trip” y el adiós a mi etapa deportiva. A esos niveles de alta competición, el waterpolo femenino requería dedicación completa, pero desgraciadamente no teníamos compensación económica. Nuestro amor al arte se hizo insostenible y muchas de mi generación lo dejamos.

¿Ya tenías claro lo que querías hacer? 

Sólo sabía que quería montar una empresa que fuera de algo diferente y que quería marcharme de Barcelona pues aquí no me atraía nada a nivel empresarial, aparte de que me encantaba viajar y necesitaba un descanso. Con 24 años, después de acabar la carrera, despedirme del waterpolo y dejar mi trabajo, acepté irme a la Provenza francesa para trabajar para una familia adinerada en una villa que usaban como “hobby farm”. Es decir, que me fui a cuidar cabras de lujo, gallinas free range y perros de raza. El año y medio que estuve en las montañas fue necesario para hacer un parón en mi vida y pensar, planear y decidir mi futuro. 

Que sospecho no era cuidar cabras. ¿Cómo entras en el sector náutico sin experiencia alguna previa?

Todo empezó cuando conocí a John, mi exmarido y padre de mi hijo, en Barcelona en el 96. Él llegó en un yate privado, trabajando de marinero, pero yo no tenía ni idea de ese mundo. Durante esos 2 años que estuvimos viviendo juntos, conocí el sector del Yachting. En el 98 y después del Mundial de Perth, es cuando decidimos irnos a la Provenza francesa. Allí ya entramos más en contacto con la cuna del Yachting, muy popular en la Costa Azul. 

¿Qué te atraía de ese mundo?

Aparte de viajar, te seré clara. Vi que era donde más dinero se podía ganar y ahorrar en un espacio corto de tiempo; los sueldos eran altos y todos los gastos estaban pagados. Mi objetivo principal era ahorrar dinero para, como he dicho, montar mi propia empresa. 

¿De qué? 

No tenía ni idea aún, pero sabía que iba por el buen camino… Fue en el año 2000 cuando nos contrataron en nuestro primer barco juntos con base en el Sur de Francia. Tras casi 2 años de trabajar para propietarios americanos y navegar muchas millas, volvimos a casa y encontramos trabajo para un armador español con el cual estuvimos 5 años. Después de todos estos años de experiencia a bordo de los yates y ver de cerca este mundo, es cuando decidimos crear en el 2005 nuestra propia agencia de yates en Barcelona J&B YACHT SERVICES.

Apenas un año después de fundar J&B, nos contrataron a los cuatro socios (mi marido y mis dos cuñadas, Mónica y Clara) un grupo internacional para llevar su agencia, YACHT HELP. Y fue ya en el 2010, cuando dejamos a este grupo y montamos junto con mis socios actuales EVOLUTION YACHTS.

Ya otro nivel. Más responsabilidad, más funciones, más personas a tu cargo.

Sin duda. EVOLUTION YACHTS, empresa fundada en 2010 y dedicada a la consignación y servicios a yates privados en España, tiene oficinas en Palma de Mallorca, Ibiza y Barcelona, y somos hoy un equipo de 59 personas.

Lideras un gran equipo que debe estar de Servicio 24/7. ¿Cuál es tu labor?

Lidero el equipo de 21 personas de Barcelona. Mis principales funciones son conseguir nuevos clientes, apagar fuegos y, sobre todo, enseñar/guiar, tan buenamente me sea posible, a los jefes de departamentos a liderar sus propios equipos para que la empresa sea una empresa multifuncional y no basada en una persona. Es la única manera de crecer. Que los juniors vean ejemplos a seguir en los seniors hace que esta empresa siga funcionando y creciendo a buen ritmo, priorizando la atención al cliente 24/7. No importa lo grande que se haga la empresa, mi gran obsesión es nunca perder el trato personal con el cliente. 

Nos dan muy buenas referencias de vosotros.

Cuando entré en contacto con el mundo del Yachting me di cuenta de que el secreto estaba en la excelencia. Es decir, en ese paso más que a veces nos cuesta dar, pero, que cuando lo das, llegas donde te propones. No me gusta la pereza y no creo en la suerte. Creo en el trabajo y la persistencia. Llevamos muchas horas encima de no comer, llorar, sufrir… pero también de disfrutar, reír y estar satisfecho por el trabajo bien hecho. 

Eso me suena mucho a mentalidad de deportista. A alguien que sabe lo que es entrenar y competir para después ganar o perder, pero siempre dándolo todo.

Mi función hoy no es nada más que llevar a mi equipo al éxito, que es en cierta manera lo que el deporte me ha enseñado. Durante el camino, intento que mi gente disfrute… Es mi pregunta favorita a los que entran nuevos: “ok, el proceso ha sido estresante, doloroso y casi te da un yuyu, pero ¿has disfrutado?”. Si la pregunta es sí, es que esa persona está hecha para este trabajo porque esto es como un deporte de alta competición. Es un reto constante y hay gente que ha nacido para esto y hay otros que no. Fácil.

Pero aquí los partidos duran más. 

Hay imprevistos todos los días. 365 días al año, 24/7. Recibimos una media de 800 emails al día y cada departamento gestiona sus solicitudes. Tengo 5 departamentos. El técnico, el de provisiones, el de conserjería, el logístico y el de aduanas. Si un día no es un paquete atascado en Dubai, es el detergente Ariel que no ha llegado al barco o el beef que no es el que había pedido el Chef o el coche VIP que no tiene los asientos de piel blanca o el tripulante que ha perdido su pasaporte en Manila o la pieza de motor que hay que llevar por avión privado a la isla de Saint Marteen, etc, etc. EVO es un imprevisto constante y, tal y como ya he mencionado antes, aquí solo puede trabajar gente que está preparada para vencer al reto y no el reto a ellos. ¡Es decir, que esta empresa no es apta para cardiacos!

¿Qué es lo más raro que os han pedido?   

Papel higiénico de color negro que tuvimos que fletar en una caja (y pagar como pasajero) en un vuelo a Palma de Mallorca urgente ese mismo día. Un tornillo de 2mm de diámetro que tuvo que llevar uno de mis trabajadores por avión a una isla perdida en el Caribe. 40 piezas de yogurt Danone que llevamos por avión y luego coche privado a una isla remota en Grecia. Organizar un grupo flamenco que actuó a bordo y gustó mucho a uno de los propietarios, para que fueran a su casa privada. Un servicio de Chef Michelin a bordo. ¿Quieres más ejemplos?.

Tú que lo vives a diario, ¿las tripulaciones conocen nuestro barrio o atracan y pasan de largo?

Las tripulaciones en Barcelona atracan y se quedan, normalmente por periodos mínimos de un mes. Los barcos vienen aquí para hacer sus “pre-temporadas” de invierno (Caribe) y de verano (Mediterráneo). Es decir, de septiembre a diciembre y de abril a junio, que son nuestros meses de trabajo más altos. Vienen para reponerse y prepararse para la próxima temporada; lo que hace que sea una ciudad muy popular en nuestro sector. Les encanta la ciudad y les encanta, como no, la Barceloneta. Muchas veces la gente, por desconocimiento de este mundo, identifican a estos barcos tan solo con sus propietarios, pero los verdaderos protagonistas son los tripulantes. Gente normal, de todas las nacionalidades, que ha elegido hacer carrera en el mundo náutico. Esta gente viene de todas las partes del mundo, se gana bien la vida y lo tienen prácticamente todo pagado, ya que viven a bordo. Esto quiere decir que vienen dispuestos, aparte de a hacer su trabajo, a usar todos los servicios del barrio, desde el mercado, hasta el peluquero, el club, el bar, el centro médico, la ferretería, la playa, etc, etc, etc. 

Las tripulaciones traen cada año colorido y muchas ganas de disfrutar Barcelona. Son unos de los mejores Embajadores que tenemos viajando por el mundo vendiendo las excelencias de nuestra gran ciudad. Nosotros únicamente tenemos que encargarnos de mantener el nivel bien alto.

Sin duda Belén tiene madera de líder y mantiene su pasado competitivo. Debe venir en los genes. Sus hermanos también se dedican a liderar equipos. Ellos -seleccionador nacional de waterpolo David y entrenador de equipos campeones Jesús- deportivos, y ella empresariales.