Una leyenda del waterpolo se despide
“Ahora pido el cambio por primera vez.” Con estas palabras, entre sonrisas y lágrimas, Felipe Perrone ponía punto final a una trayectoria deportiva extraordinaria. Una despedida que no cierra sólo una etapa, sino que culmina una vida dedicada al agua y a un club que ha estado su hogar: el Club Natación Atlético-Barceloneta.
Y lo ha hecho como las leyendas: retirándose como Campeón del Mundo en el Mundial de Singapur. Él mismo marcó el último gol de la final, un broche poético y simbólico que quedará grabado para siempre en la memoria de la afición.
El acto de despedida en el CNAB estuvo lleno de emoción y simbolismo. En una rueda de prensa histórica, rodeado de familiares, compañeros, entrenadores, directivos y medios, Felipe anunció oficialmente su retirada. Con un discurso sincero y emotivo, repasó sus momentos más intensos y conmovió a todos cuando recordó cómo sintió, por primera vez, la llamada que le empujó a soñar a lo grande.
Felipe ha sido mucho más que un grande jugador. Ha sido líder, compañero y ejemplo. Un hombre que ha hecho del compromiso, la generosidad y la excelencia los pilares de su carrera.
Deja uno legado incomparable: 5 participaciones olímpicas, dos oros en el Mundial de Budapest 2022 (donde fue escogido MVP) y Singapur 2025, varios títulos europeos, tres Copas de Europa y un largo etcétera de ligas y trofeos en España, Italia y Croacia. Pero, más allá de los logros, deja una huella profunda basada en el esfuerzo, la humildad y los valores.
Su paso por el CNAB ha sido fundamental para definir el ADN del club. Felipe ha inspirado generaciones y ha hecho crecer nuestro deporte con su manera de entender el juego y de liderar dentro y fuera del agua.
El Club, orgulloso de haberlo visto crecer, triunfar y despedirse en más alto nivel, sólo puede expresar agradecimiento profundo, orgullo sincero y una estimación infinita.
Felipe Perrone se retira de la competición, pero permanecerá para siempre en la memoria de nuestro deporte, de nuestro club y de todos aquellos que lo han seguido con admiración.
Gracias, Felipe. Por todo lo que has dado al waterpolo, al CNAB y por llevar el nombre de nuestro barrio con orgullo.