Dr. Frederic Durán i Jordà

El Dr. Frederic Duran i Jordà fue pionero a nivel mundial en la creación, por primera vez a la historia, de un servicio de transfusión, en el sentido moderno del término.

Vecino olvidado del barrio, posiblemente es una de las figuras más importante que ha salido de la Barceloneta, donde tenemos la tendencia continua de no valorar el potencial local. 

Frederic Duran i Jordà nació en la Barceloneta en 1905. El quinto hijo de una familia proveniente de una saga de comerciantes de Martorell, estudió medicina en la Universitat de Barcelona, llegando a licenciarse con veintitrés años, entró a formar parte de la cátedra de Patología Quirúrgica, dirigida por el Dr. Antoni Trias Pujol en el Hospital Clínico, quién le encargó que se ocupara de la sección de Análisis clínico al Dispensario de Aparato Digestivo, que dirigió fina en 1934.

Militante del PSUC, desde su juventud, a principios de la guerra se incorporó en el Hospital 18, situado en la montaña de Montjuic, para colaborar en la atención de los heridos tanto civiles como militares y haciéndose cargo del departamento de Analítica y donde vio la necesidad de crear todo un servicio innovador para proporcionar suficiente sangre para las transfusiones de los heridos del frente.

En aquella época se realizaban transfusiones directas de codo con codo y estaba poco estudiado el tema de como conservar la sangre para poder trasladarla allá donde hiciera falta sin echarse a perder y que no hubiera la necesidad que el donante estuviera al mismo lugar del receptor.

Todo un reto, donde hacía falta la creación de una logística nueva para transportar la sangre, la puesta en práctica de toda la tecnología que había en lo referente a la conservación de la sangre y la habilidad de organizar un grupo humano con la capacidad de poner todo esto en funcionamiento. Gracias a su visión analítica y práctica, el Dr. Duran diseñó todo un innovador método de recogida, conservación y transporte de la sangre con la creación del Banco de Sangre en Barcelona, que fue el primer Servicio de Transfusiones de la historia. Es el que llevará por nombre en medicina como Método Duran. 

Se reclutaban los donantes a través de avisos por la radio, sieguen siempre el Método de forma exhaustiva y rigurosa. El primero que se hacía era registrar el nombre del donante, su dirección y su historial médico. Después se clasificaba la sangre por el grupo sanguíneo, se hacía la prueba de la sífilis y se hacía un filtraje y un cultivo microbiológico para descartar las que estaban contaminadas.

En un principio la sangre del grupo 0, iba directamente al frente y la sangre del grupo A era por los hospitales de la ciudad donde sí se miraba el grupo sanguíneo del receptor. Como no se conocía el Rh, el doctor Duran tuvo la genial idea de mezclar sangre de seis donantes diferentes para reducir al máximo los posibles riesgos.
Una vez extraída la sangre del donante, se mezclaba con una solución de citrato y se almacenaba en unas botellas estériles, de vidrio, cerradas al vacío que se conservaban a 2 °C durante quince días. El traslado de la sangre fue por medio de camión proveídos de grupos electrógenos que iban directamente a los hospitales de guerra consiguiendo una transfusión autoinjectable. 

El septiembre de 1936 será posible la salida, desde Barcelona, de la primera remesa de siete litros de sangre en los hospitales del Frente de Aragón, utilizando un camión con dos grupos de electrógenos que se dedicaba al transporte de pescado del norte. Este electrógenos mantenían la sangre a baja temperatura permitiendo hacerla llegar a una distancia de unos 300 km. Fue la primera unidad móvil por el transporte de sangre del mundo.

Se calcula que #haber más de 28.900 donantes, se hicieron más de 20.000 donaciones y se procesaron y preparar más de 9.000 litros de sangre a lo largo de la Guerra.

Finalizada la guerra se exilió en el Reino Unido invitado por la Cruz Roja británica, instalándose en Manchester, donde tuvo que convalidar el título de patólogo para poder ejercer y donde llegó a ser director de patología del Hall Children’s Hospital y del Monsall Hospital. Murió de leucemia el 30 de marzo de 1957 al Royal Infermery de Manchester, tenía 51 años.

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